Tendinitis rotuliana: síntomas y causas

Si alguna vez has sentido dolor en la parte frontal de la rodilla después de correr, saltar o entrenar intensamente, es posible que estés experimentando tendinitis rotuliana. Esta afección, también conocida como rodilla de saltador, es una lesión común en deportistas y personas activas, afectando el tendón que conecta la rótula con la tibia.

Pero, ¿sabías que existen otras tendinitis relacionadas con el sobreuso y los movimientos repetitivos? Un caso frecuente es la tendinitis de Quervain, que afecta los tendones del pulgar en la muñeca. Aunque ambas lesiones se producen en zonas diferentes, comparten un origen común: el estrés repetitivo sobre los tendones. En este artículo, exploramos las causas y síntomas de la tendinitis rotuliana basándonos en estudios científicos recientes, y te mostramos cómo prevenirla.

 

Síntomas de la tendinitis rotuliana

La tendinitis rotuliana es una lesión por sobreuso que afecta el tendón rotuliano. Los síntomas más comunes incluyen:

  • Dolor en la parte frontal de la rodilla, justo debajo de la rótula, que suele aumentar con la actividad física.
  • Sensibilidad al tacto en el tendón rotuliano.
  • Dolor al saltar, correr o subir escaleras.
  • Rigidez en la rodilla después de períodos prolongados de inactividad.
  • Debilitamiento del tendón en casos avanzados, lo que puede afectar el rendimiento deportivo y la movilidad.

 

Causas y factores de riesgo

Esta lesión se asocia principalmente a deportes que implican saltos repetitivos, cambios de dirección bruscos o impacto continuo sobre las rodillas. Entre las principales causas destacan:

  • Sobrecarga repetitiva: movimientos repetidos pueden generar microlesiones en el tendón.
  • Desequilibrios musculares: la falta de fuerza o flexibilidad en los cuádriceps e isquiotibiales aumenta el riesgo de lesión.
  • Biomecánica deficiente: problemas como pies planos, mala técnica al saltar o correr pueden añadir estrés al tendón.
  • Factores externos: calzado inadecuado, entrenar en superficies duras o aumentar repentinamente la intensidad del ejercicio.

 

Según un estudio publicado en The American Journal of Sports Medicine, la tendinitis rotuliana no solo se debe a la inflamación, sino a un proceso degenerativo del tendón por estrés mecánico repetitivo. Esto significa que el simple reposo no es suficiente para tratarla; se requieren estrategias de fortalecimiento específicas.

Otro estudio en el British Journal of Sports Medicine encontró que los ejercicios excéntricos (como las sentadillas en declive) son más efectivos para la recuperación que los tratamientos convencionales, como los antiinflamatorios o el reposo prolongado.

Por ello, la tendinitis rotuliana puede ser una lesión frustrante si no se trata correctamente. Identificar los síntomas a tiempo y conocer sus causas es clave para prevenir complicaciones y mantener un buen rendimiento físico. Si experimentas molestias en la rodilla, acudir a un fisioterapeuta especializado puede marcar la diferencia en tu recuperación y prevenir futuras lesiones.

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