Hombro de nadador: causas, síntomas y tratamiento

Nadar parece un deporte amable para las articulaciones. Sin embargo, para los hombros, puede ser todo lo contrario. El llamado “hombro de nadador” es una de las lesiones más comunes entre quienes practican natación de forma habitual, tanto en principiantes como en profesionales.

 

¿Qué es el hombro de nadador?

El término “hombro de nadador” no se refiere a una sola lesión, sino a un conjunto de patologías relacionadas con el uso excesivo de la articulación del hombro. Afecta principalmente a los músculos y tendones del manguito rotador, a la bursa subacromial y a las estructuras que estabilizan el hombro.

Se estima que hasta un 91% de nadadores de élite han sufrido dolor de hombro relacionado con su deporte en algún momento de su carrera (Wolf et al., 2009, Clinical Journal of Sport Medicine).

Causas principales

  1. Repetición excesiva del movimiento
    En estilos como crol o mariposa, se realizan miles de brazadas por semana, lo que puede generar fricción constante en estructuras como el tendón del supraespinoso.

  2. Técnica inadecuada
    Una mala alineación en el gesto de la brazada o en la fase de recobro puede aumentar la compresión del manguito rotador.

  3. Falta de movilidad o estabilidad escapular
    Un movimiento disfuncional de la escápula afecta directamente a la biomecánica del hombro y genera sobrecarga compensatoria.

  4. Debilidad muscular del core y del manguito rotador
    Si el tronco no estabiliza bien, el hombro tiende a asumir más trabajo del que debería.

Síntomas frecuentes

  • Dolor en la cara anterior o lateral del hombro, especialmente al levantar el brazo.

  • Molestias durante el nado, al vestir ropa o al dormir sobre el lado afectado.

  • Sensación de pinzamiento o chasquido al mover el brazo.

  • Disminución de la fuerza o resistencia en los movimientos repetitivos.

 

Tratamiento desde la fisioterapia

La fisioterapia es fundamental tanto en la prevención como en el tratamiento activo del hombro de nadador. Algunas estrategias incluyen:

– Fase inicial: control del dolor

  • Técnicas manuales para reducir tensión muscular y mejorar movilidad.

  • Electroterapia analgésica, si está indicado.

  • Ejercicios isométricos del manguito rotador.

– Fase intermedia: recuperación funcional

  • Ejercicios de movilidad escapular y torácica.

  • Fortalecimiento progresivo del manguito rotador y del core.

  • Reeducación del gesto técnico si es necesario.

– Fase final: vuelta al entrenamiento

  • Ejercicios pliométricos y específicos de natación (con gomas, palas, etc.).

  • Control de carga de entrenamiento y planificación conjunta con entrenador.

  • Trabajo preventivo mantenido a largo plazo.

 

¿Se puede prevenir?

Sí, y de hecho la prevención debería ser una parte integrada en el entrenamiento. Algunas claves:

  • Incluir rutinas de fortalecimiento del hombro 2 veces por semana.

  • No descuidar el trabajo de movilidad torácica y escapular.

  • Evitar aumentos bruscos de volumen o intensidad de nado.

  • Corregir la técnica con la ayuda de entrenadores cualificados.

En definitiva, abordar el hombro de nadador a tiempo con fisioterapia no solo reduce el dolor, sino que también previene lesiones mayores y permite retomar la actividad con seguridad. En Fisioterapia Velázquez 22 te ayudamos a recuperar la funcionalidad del hombro con un plan personalizado y progresivo. Contacta con nosotros y empieza cuanto antes tu recuperación.