La escoliosis implica una curvatura lateral de la columna vertebral, que puede variar su gravedad según el ángulo de ésta. Desde la escoliosis leve hasta la más pronunciada, entender qué constituye esta condición es esencial.
Aunque puede presentarse a causa de afecciones como la parálisis cerebral infantil y la distrofia muscular, se desconoce la causa de la mayoría de los casos de escoliosis, recibiendo el nombre de “escoliosis idiopática”
Sin embargo, y a pesar de que la escoliosis idiopática puede no tener una causa genética directa identificable, se ha observado que existe una mayor prevalencia de la condición en familias con antecedentes de escoliosis. De manera que para aquellos con antecedentes familiares, es fundamental estar alerta a los signos tempranos y buscar evaluación y orientación profesional, especialmente durante los periodos de rápido crecimiento.
Índice
Los signos de la escoliosis pueden ser:
- Hombros a distinta altura
- Curvatura de la columna
- Prominencia de un omóplato respecto al otro
- Caderas a distinta altura
¿Es la escoliosis normal o supone un problema de salud?
La escoliosis, definida por una curvatura lateral anormal de la columna vertebral, plantea la interrogante de si es simplemente una variación normal o un problema de salud. Esta cuestión no tiene una respuesta única, ya que la percepción de la escoliosis como normal o problemática puede depender de varios factores, incluidos el grado de curvatura y sus implicaciones para la salud.
Es importante reconocer que cierta variabilidad en la columna vertebral es normal. No todas las columnas son perfectamente rectas, y muchas personas tienen curvaturas leves que no afectan su funcionalidad ni causan molestias. Estas curvas suaves, conocidas como lordosis (curva hacia adentro en la región lumbar) y cifosis (curva hacia afuera en la región torácica), son parte de la anatomía natural de la columna vertebral.
Sin embargo, la escoliosis se considera problemática cuando hay una desviación significativa de la alineación normal de la columna vertebral. El diagnóstico se realiza comúnmente cuando la curva lateral alcanza o supera los 10 grados, momento en el cual se clasifica como escoliosis. Las curvas más pronunciadas pueden tener implicaciones para la salud, como dolor, limitaciones en la movilidad y, en casos severos, afectar el funcionamiento de órganos internos.
Ahora, ¿cómo puede ayudarte la fisioterapia en tu escoliosis?
Determinar si la escoliosis es una variación normal o un problema de salud requiere una evaluación profesional. Los fisioterapeutas y especialistas en ortopedia pueden medir y evaluar la curvatura de la columna vertebral, considerando factores como la edad, el sexo y la progresión potencial de la curva.
Es importante abordar la escoliosis en sus etapas iniciales, ya que, en algunos casos, puede progresar y causar complicaciones a lo largo del tiempo. Un enfoque temprano, a menudo con la participación de la fisioterapia, puede ayudar a fortalecer los músculos de la espalda, mejorar la postura y prevenir la progresión de la curva.
La fisioterapia no adopta un enfoque único para tratarla, sino que se adapta a las necesidades específicas de cada paciente. Desde ejercicios de fortalecimiento hasta técnicas de estiramiento diseñadas para mejorar la alineación de la columna y reducir la progresión de la escoliosis. Además, al proporcionar enfoques personalizados, alivio del dolor y una perspectiva integral, esta disciplina no solo trata la condición, sino que también mejora la calidad de vida de quienes viven con escoliosis.
También es muy beneficioso el ejercicio en piscina, ya que mejora la respiración torácica, disminuye los dolores de espalda, favorece la circulación, fortalece los músculos, mejora el desarrollo psicomotor y, además, también mejora el estado de ánimo.