Una de las técnicas más populares en el mundo de la fisioterapia es la de la punción seca. Ha visto cómo su popularidad ha crecido de forma exponencial en los últimos años, llegando a convertirse en uno de los tratamientos más demandados y que, por supuesto, practicamos en nuestra clínica de Fisioterapia situada en el barrio de Salamanca.
A través de ella podemos tratar los denominamos puntos gatillo con el uso de agujas similares a las que se usan en la acupuntura. Se define como una técnica semi-invasiva precisamente por la penetración de las agujas en la piel, aunque conservadora.
Una de las principales ventajas del uso de la punción seca es que no requiere del uso de ningún tipo de fármaco, eliminando por tanto las contraindicaciones que estos conllevan.
La técnica consiste en introducir la aguja en la zona afectada hasta conseguir un espasmo, lo cual confirmará la dolencia. Posteriormente, el fisioterapeuta moverá la aguja alrededor hasta conseguir nuevas reacciones. Existen dos tipos de punción seca en función de la profundidad de la penetración: superficial o profunda.
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Pero… ¿qué son los puntos gatillo?
Los denominados puntos gatillo son aquellos puntos extremadamente irritables de ciertas zonas musculares que se vuelven incómodos y dolorosos. Provocando así que el músculo afectado deje de ser completamente funcional.
Se trata de una lesión frecuente en personas que realizan un movimiento repetitivo, que mantienen posturas durante un largo periodo de tiempo (por ejemplo, sentados delante del ordenador) o que han tenido el músculo inmovilizado o acortado (por ejemplo han estado escayolados). A la principal dolencia que generan se le denomina síndrome del dolor miofascial.
Cómo son las agujas de punción seca
Como ya hemos mencionado, se emplean agujas muy similares a las que se usan en acupuntura y sin introducir ningún tipo de sustancia a través de ellas.
Son introducidas en la piel hasta alcanzar el punto de dolor del paciente. están fabricadas en acero quirúrgico templado y triple capa de aceite y pensadas específicamente para la técnica de punción seca. Tienen un perfil afilado especial para la penetración de la aguja que permite una manipulación sencilla.
Su longitud varía en función del músculo a tratar, pero suelen ser más largas que las empleadas en la acupuntura.