La ciática, que no hay que confundir con el síndrome piramidal, es una de las patologías más comunes que producen dolor y una de las que causa más bajas laborales en España. Es una patología bastante molesta que afecta a la movilidad, ya que compromete al nervio ciático, el nervio más largo del cuerpo que comienza en la parte inferior de la columna, pasa por la parte posterior de la pierna y llega hasta los dedos de los pies.
Índice
Qué es la ciática
La ciática es un proceso inflamatorio del nervio ciático. Provoca un intenso dolor que se extiende desde la parte baja de la espalda y puede bajar hasta el glúteo, la parte posterior del muslo e incluso hasta los dedos de los pies, dependiendo de la afectación del nervio y puede producirse en cualquiera de las dos piernas.
Causas de la ciática
La ciática aparece generalmente cuando a nivel de las vértebras L4, L5 o S1 se produce un pinzamiento que comprime el nervio ciático. Las causas de la aparición de la ciática pueden ser de origen traumático y degenerativas. Entre las más comunes se encuentran las siguientes:
- Mala higiene postural. Estar mucho tiempo sentado, usar tacones altos de forma habitual, el sedentarismo o manejar objetos pesados sin una postura correcta.
- Estenosis raquídea lumbar. Es un estrechamiento de la columna vertebral que provoca presión sobre el nervio ciático y la médula.
- Artrosis. Puede reducir el espacio entre las vértebras comprometiendo el nervio y provocando dolor.
- Hernias discales a nivel lumbar. La rotura del disco intervertebral produce irritación y compresión del nervio ciático.
Síntomas de la ciática
Cuando por alguna de las distintas causas que hemos mencionado anteriormente el nervio ciático se comprime se produce la ciática y entre los principales síntomas se encuentran los siguientes:
- Dolor en la parte inferior de la espalda y a lo largo de la pierna afectada, que puede ser moderado o incapacitante, dificultando la capacidad de movimiento.
- Sensación de hormigueo o entumecimiento (parestesias) a lo largo de la pierna y que puede llegar hasta los pies.
- Debilidad muscular en la pierna afectada.
- Sensibilidad en la piel alterada (Hipoestesias)
- Problemas de movilidad. El dolor produce dificultad para caminar y para agacharse o sentarse.
Cómo tratar la ciática
Una vez diagnosticada la ciática por un especialista médico y si no hay ninguna patología grave que requiera de un tratamiento quirúrgico, hay varios tratamientos que se pueden aplicar para aliviar la inflamación y el dolor que produce la compresión del nervio.
Tras un corto periodo de reposo recomendado, los tratamientos de fisioterapia son muy efectivos para una recuperación corta y efectiva. El profesional, tras una valoración del paciente diseñará un tratamiento con el fin de reducir la inflamación del nervio, aliviar el dolor y prevenir futuras recaídas. Las técnicas más utilizadas para el tratamiento de la ciática incluyen la aplicación de ultrasonidos, corrientes analgésicas, masajes para relajar la musculatura, tratamientos con calor profundo, masajes para relajar la musculatura comprometida y movilizaciones y estiramientos.