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¿Qué es la fisioterapia respiratoria?
La fisioterapia respiratoria es una especialidad de la fisioterapia, consistente en un grupo de ejercicios y actividades, que tiene como finalidad prevenir, tratar y estabilizar las disfunciones o alteraciones de la respiración.
Su práctica tiene como principal objetivo mejorar la ventilación regional pulmonar, el intercambio de gases, las funciones de aquellos músculos que intervienen en la respiración, la disnea o la tolerancia a hacer ejercicio entre otras.
Los procedimientos detrás de la fisioterapia respiratoria pueden englobarse en dos tipos:
- Terapia física. Consistente en fisioterapia respiratoria y ejercicios respiratorios.
- Entrenamiento muscular. Tanto general como de los músculos que intervienen en el proceso de la respiración.
Beneficios de la fisioterapia respiratoria
Se practica en bebés, niños, adultos o ancianos con patologías previas relacionadas con el sistema respiratorio, ya sean previas o derivadas de otras enfermedades.
Algunas de las enfermedades más comunes que se encarga de tratar son la siguientes:
- Fibrosis quística.
- EPOC.
- Efinsema pulmonar.
- Atelectasias.
- Bronquitis.
- Neumonía.
- Asma.
También es recomendable para aquellas personas que desean incrementar su capacidad pulmonar, como es el caso frecuente de los deportistas.
Ejercicios de fisioterapia respiratoria
Los ejercicios de fisioterapia respiratoria tienen como fin el entrenamiento del paciente para que incremente su capacidad respiratoria. Pero también disminuir el trabajo respiratorio y mejorar la oxigenación. Algunos de los más frecuentes son:
- Respiración diafragmática. Consiste en un proceso de respiración lento, inspirando por la nariz y espirando de forma suave por la boca. Se realiza con las manos en el abdomen, tumbado boca arriba o sentado en una silla.
- Respiración costal. Es igual que el anterior pero con las manos situadas en el tórax.
- Expansión torácica. Se realiza a través de inspiraciones largas con una breve apnea, para terminar con una espiración lenta.
- Compresión torácica. Se ejerce presión sobre el tórax, lo que conlleva ejercitar los músculos implicados en la respiración.
- Espiración forzada. Combina la respiración diafragmática y ejercicios de expansión torácica con espiraciones forzadas.
- Respiración con los labios fruncidos. Con los labios en la misma postura de soplar. Se inspira a través de la nariz y se espira por la boca en la postura mencionada.
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