El músculo piramidal o piriforme es uno de los seis músculos cortos rotadores externos de la cadera. Es un músculo plano de forma piramidal que está situado en la parte superior del glúteo, entre la cara anterior del hueso sacro y el trocánter mayor del fémur.
Su función principal es la de estabilizar la articulación de la cadera por su parte trasera, haciendo que la cabeza femoral se mantenga centrada dentro del acetábulo, además de la extensión, la rotación externa y la abducción del fémur.
Índice
El síndrome piramidal, qué es y causas que lo producen
El síndrome piramidal o la falsa ciática es una patología bastante común que se origina cuando el músculo piramidal se sobrecarga. Al estar situado en perpendicular sobre el nervio ciático lo comprime, causando un dolor muy parecido al de la ciática, de ahí que este síndrome sea también conocido como falsa ciática. Es un dolor muy característico que además produce un adormecimiento en la zona, que comienza en el glúteo y se acaba extendiendo hacia la parte trasera del muslo. Es una patología bastante molesta que provoca dificultad para sentarse y que empeora con la actividad.
Algunas de las causas más comunes que inflaman el músculo piriforme causando el síndrome piramidal son las siguientes:
- Realizar trabajos que requieran estar sentado durante periodos prolongados de tiempo, como trabajos de chofer o de oficina.
- Sobrecargar en exceso esa zona, por ejemplo comenzando a hacer ejercicio sin calentar adecuadamente o correr con calzado inadecuado o por terreno desigual.
- Sufrir algún traumatismo debido a algún accidente.
Cómo tratar el síndrome piramidal
Si sientes molestias en la zona del glúteo después de pasar mucho tiempo sentado y te cuesta levantarte de la silla o cuando intentas cruzar una pierna sobre la otra y al estar tumbado intentas levantar la pierna y sientes dolor es muy probable que sufras el síndrome piramidal. No obstante siempre es importante consultar con un especialista para descartar otras patologías como la ciática. Un profesional siempre te va a ayudar de forma correcta para que tengas una buena recuperación, que suele durar entre dos y seis semanas.
El mejor tratamiento es la fisioterapia, no obstante hay ciertos ejercicios que puedes realizar para relajar este pequeño músculo y lograr que se suelte, liberando el nervio que comprime poco a poco y de esta forma aliviar el dolor.
Masaje con pelota
Tumbado boca arriba con las piernas flexionadas y los pies completamente planos sobre suelo debes colocar una pelota de tenis o similar entre el suelo y el glúteo, en la zona donde el dolor sea más intenso. Con la pelota ya colocada haz rotaciones para que la pelota vaya realizando el masaje sobre la zona.
Estiramientos en una silla
Sentado en una silla y con la espalda recta cruza una pierna sobre la otra colocando el tobillo sobre la pierna contraria. Sin levantar el glúteo de la silla inclina el cuerpo hacia delante haciendo presión sobre las piernas, manteniendo esta postura unos segundos y volviendo lentamente a la posición inicial. Después hacer lo mismo con la otra pierna.
Estiramientos en el suelo
Sentado en la posición del indio trata de llevar una de las piernas hacia atrás, siempre hasta donde puedas y sin hacerte daño. Mantén la postura unos segundos, después vuelve a la posición inicial y haz lo mismo con la otra pierna.