La esclerosis múltiple (EM) es una afección autoinmune crónica e incapacitante que afecta al sistema nervioso central, incluido el cerebro y la médula espinal. Se produce cuando el sistema inmunitario ataca y daña por error la mielina. La mielina es la capa protectora que rodea las fibras nerviosas, se encarga de que las señales eléctricas del cerebro viajen a través de los nervios. Cuando está dañada provoca que el cerebro no se comunique bien con el resto del cuerpo. 

Vivir con esclerosis múltiple puede ser un desafío en la mayoría de casos, pero afortunadamente con el tratamiento y el apoyo adecuados, las personas con EM pueden controlar sus síntomas y mantener una buena calidad de vida.

Síntomas de la esclerosis múltiple

Existen cuatro tipos de esclerosis múltiple y cada uno progresa de diferente manera. Causa una variedad de síntomas que varían en cada persona y en según en qué estadio se encuentra la enfermedad. Los síntomas más comunes son: fatiga, entumecimiento y hormigueo en cara, brazos y piernas, debilidad muscular, espasticidad, problemas de visión y de equilibrio, incontinencia y disfunción sexual.

Todos estos síntomas, afectan negativamente en la calidad de vida de los pacientes, por lo que en ocasiones provocan cambios en el carácter e incluso depresión.

Beneficios de la fisioterapia en el el tratamiento de la esclerosis múltiple

Vivir con esclerosis múltiple supone un gran reto para las personas que la padecen y aunque no existe una cura conocida, sí que hay tratamientos destinados a retrasar la progresión de la enfermedad. La fisioterapia es una opción de tratamiento muy eficaz para ayudar a controlar estos síntomas y mejorar la calidad de vida de los pacientes. 

El fisioterapeuta, propondrá un tratamiento personalizado, adaptado a las necesidades del paciente y en cada una de las etapas de la enfermedad, ayudando a:

Mejorar la movilidad y el equilibrio

Proponiendo ejercicios y estiramientos específicos para mejorar la fuerza, la flexibilidad y el equilibrio. Esto puede ayudar a las personas con EM a moverse más fácilmente y reducir el riesgo de caídas.

Reducir la espasticidad

La espasticidad es un síntoma común de la EM, caracterizado por contracciones musculares involuntarias que pueden causar rigidez y dolor. La fisioterapia puede ayudar a reducir la espasticidad a través de técnicas como estiramientos, masajes y ejercicios de rango de movimiento, ayudando a las personas con EM a moverse más libremente y reducir las molestias.

Manejo de la fatiga

La fisioterapia puede ayudar a controlar la fatiga al proporcionar ejercicios y actividades que se adapten a los niveles de energía y habilidades del paciente. Esto ayuda a  mantener sus niveles de energía durante todo el día para poder llevar a cabo las tareas diarias más fácilmente.

Mejorar la respiración

La EM puede afectar los músculos involucrados en la respiración, lo que lleva a dificultades respiratorias. La fisioterapia puede ayudar a mejorar la respiración a través de técnicas como ejercicios de respiración, entrenamiento postural y fisioterapia torácica.

 

La EM puede ser una condición difícil de vivir, tanto física como emocionalmente. La fisioterapia juega un papel muy importante, ayudando a controlar los síntomas y aprender a manejarlos, lo que deriva en un mejor estado emocional y mejora la calidad de vida de los pacientes.

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