El dolor de espalda, lejos de encuadrarse en una patología propia de un determinado grupo de la población o de una o varias profesiones muy determinadas, afecta de manera más o menos igualitaria a un gran número de personas en la mayoría de países desarrollados del mundo.
Aunque, obviamente, existen diversos factores que favorecen la aparición de estas incómodas molestias. Estas abarcan un amplio abanico, desde la falta de ejercicio hasta tener malas posturas durante prolongados periodos de tiempo, como trabajando o estudiando, o la carga de peso excesiva.
Aunque si atendemos por un instante a los ajetreados ritmos de vida actuales, nos topamos con un clásico que es la causa de un gran número de molestos dolores de espalda: el estrés.
Índice
¿Qué es el dolor de espalda por estrés?
Podemos definir de forma sencilla el dolor de espalda por estrés como aquella molestia ocasionada en esta parte del cuerpo y que tiene como principal causa el estrés.
Hay varias vías principales para que el estrés acabe siendo el causante:
- El estrés es el causante de contracturas musculares.
- La musculatura de la espalda tiende a contraerse. La razón para ello es que el cerebro envía mensajes a través del sistema nervioso hacia dicha musculatura para que pueda reaccionar. Haciendo que esta se relaje una vez que la situación estresante haya desaparecido.
- Disminuye el umbral del dolor. Además, suele ir acompañado de una actitud negativa ante ese dolor.
- El estrés modifica el funcionamiento de los nervios musculares.
Además, si este estrés se mantiene, existe un alto riesgo de que llegue a cronificarse.
¿Cómo evitar el dolor de espalda por estrés?
Existen diferentes hábitos que pueden ayudar a que el riesgo de que aparezca se reduzca:
- Hacer ejercicio de forma frecuente.
- Seguir unos hábitos de vida saludables en lo que se refiere a correcta higiene postural para las actividades que realizamos. Por ejemplo, una correcta postura y equipamiento mientras estudiamos o trabajamos frente al ordenador.
- Desarrollar y mantener la musculatura de la espalda.
- Practicar técnicas de relajación y actividades de relajación.
Cómo aliviar un dolor de espalda ocasionado por el estrés
Una vez que se ha desarrollado el dolor existen una serie de recomendaciones que pueden ayudar a aliviarlo:
- Darse una ducha con agua caliente puede ayudar a relajar la zona afectada.
- Realizar ejercicios de estiramiento de hombros y espalda sin movimientos bruscos.
En caso de que la molestia persista de forma prolongada, es recomendable ponerse en manos de un fisioterapeuta con experiencia. El masaje terapéutico mejora la irrigación sanguínea, las contracturas provocadas por la tensión muscular y los movimientos bloqueados por la rigidez.
En nuestra clínica de fisioterapia en el barrio de Salamanca podremos realizar una valoración y un tratamiento personalizado a tu situación. No dudes en visitarnos.