¿Cuándo volver a entrenar después de una fractura o esguince?

Lesionarte durante el entrenamiento o en tu vida diaria puede ser frustrante, especialmente si estás acostumbrado a mantenerte activo. Fracturas y esguinces son lesiones comunes, pero no por ello menos delicadas. Una de las preguntas más frecuentes tras este tipo de lesiones es: ¿cuándo puedo volver a entrenar con normalidad?

La respuesta no es tan sencilla como marcar un número de días en el calendario, pero sí podemos guiarte con base en lo que dice la fisioterapia actual.

 

Fases de recuperación: lo que no debes pasar por alto

Tanto en una fractura como en un esguince, el proceso de recuperación pasa por fases clave:

  • Fase aguda o inflamatoria (días 1 a 7): es cuando más duele, hay hinchazón y posiblemente inmovilización. El objetivo es proteger la zona y controlar la inflamación.

  • Fase subaguda o de reparación (1 a 4 semanas): empieza la regeneración de tejidos. Aquí se puede iniciar la fisioterapia suave y el trabajo de movilidad.

  • Fase de remodelación (semanas 4 en adelante): los tejidos se van adaptando de nuevo a las demandas funcionales. Se incorporan ejercicios más activos y de carga progresiva.

 

¿Y cuándo vuelvo al gimnasio o a correr?

Dependerá de varios factores:

  • Tipo y gravedad de la lesión

  • Edad y nivel de condición física previa

  • Calidad de la rehabilitación

  • Adherencia al tratamiento fisioterapéutico

Un esguince leve puede permitirte volver en 2-3 semanas con ejercicios específicos, mientras que una fractura puede requerir entre 6 a 12 semanas o más, dependiendo de su localización.

👉 Lo más importante no es solo que haya pasado el tiempo suficiente, sino que recuperes movilidad, fuerza y control neuromuscular antes de volver al 100%.

 

¿Por qué la fisioterapia es clave para volver con seguridad?

Un plan de fisioterapia adecuado no solo ayuda a recuperar la función del tejido lesionado, sino que:

  • Reentrena la musculatura y el control del movimiento

  • Previene recaídas o compensaciones

  • Mejora la confianza al volver a entrenar

Volver demasiado pronto o sin una progresión guiada puede aumentar el riesgo de una nueva lesión, crónica o más compleja.