Codo de tenista. Qué es, síntomas y tratamiento

A pesar de ser conocida como codo de tenista, y aunque es una auténtica pesadilla para muchos de ellos, esta patología que en realidad se llama Epicondilitis, no es una afección exclusiva de los jugadores de tenis.

Personas que usan mucho el ordenador, pintores, fontaneros, mecánicos, incluso amas de casa o cualquier profesional cuyo trabajo implique tener que hacer movimientos repetitivos de la muñeca o el brazo, son personas que pueden desarrollar el codo del tenista.

Qué es el codo de tenista o epicondilitis

El codo de tenista es una lesión muscular que se produce por una contracción repetitiva en los músculos del antebrazo, concretamente los que se usan para extender y levantar la mano y la muñeca. 

Estos movimientos repetitivos hacen que se sobrecargue el músculo, produciendo pequeños desgarros en los tendones que lo unen a la prominencia ósea de la parte exterior de la articulación del codo, denominado epicóndilo lateral y provocando una inflamación dolorosa bastante molesta e incapacitante.  

Síntomas del codo de tenista o epicondilitis

El primer síntoma que aparece cuando una persona sufre de codo de tenista es un intenso dolor en la zona lateral externa del codo y que frecuentemente se irradia hasta la muñeca e incluso los dedos de la mano. Dolor que incluso puede aparecer en reposo.

También se percibe sensación de hormigueo y una pérdida de fuerza en la muñeca y la mano, y el dolor se intensifica al tratar de realizar movimientos cotidianos tales como levantar objetos de poco peso como un vaso de agua, tratar de cerrar una tapa de botella o bote, cerrar el puño, estrechar la mano o manejar el pomo de las puertas. Ni que decir tiene que, por supuesto, impide realizar los movimientos repetitivos que han ocasionado la lesión.

Tratamiento del codo de tenista

El primer paso que hay que dar al notar cualquiera de los síntomas que te hagan sospechar que puedes sufrir de codo de tenista, es consultar con un médico especialista que diagnostique la lesión y el grado de afectación mediante un examen físico y/o pruebas de diagnóstico por imagen, descartando que los síntomas puedan ser la causa de cualquier otra patología. 

Una vez diagnosticada la epicondilitis, el médico especialista propondrá el tratamiento más adecuado que consiste en reposo, medicación antiinflamatoria y rehabilitación mediante fisioterapia.

El fisioterapeuta aplicará el tratamiento necesario para conseguir eliminar la inflamación, aliviar el dolor y recuperar la funcionalidad del brazo afectado. El tratamiento, personalizado para cada paciente, consiste en una combinación de técnicas tales como los estiramientos musculares, la electroterapia mediante el uso del TENS, la crioterapia, masoterapia, termoterapia, ultrasonidos o punción seca. 

Además propondrá una serie de ejercicios guiados al paciente para estirar y fortalecer los músculos del antebrazo y en algunos casos también puede recurrir a un vendaje de inmovilización para reducir la tensión en el músculo afectado. 

Con el tratamiento de antiinflamatorios y rehabilitación mediante fisioterapia, en la mayoría de los casos el codo de tenista desaparece. Solo en los casos más graves, el médico especialista puede recomendar infiltraciones o cirugía para extirpar el tejido dañado. 

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