Las fracturas en personas mayores no solo son más frecuentes, sino que también tienen un mayor impacto en su calidad de vida. Caídas, huesos frágiles o condiciones como la osteoporosis aumentan el riesgo, y la recuperación puede volverse más compleja que en personas jóvenes. Pero con el tratamiento adecuado, es posible volver a recuperar autonomía y bienestar.
Índice
¿Por qué son más delicadas las fracturas en la tercera edad?
A partir de los 65 años, el cuerpo experimenta una serie de cambios que influyen directamente en cómo se comporta tras una fractura:
Disminución de la masa ósea (osteopenia u osteoporosis)
Reducción de masa muscular (sarcopenia)
Mayor riesgo de caídas por pérdida de equilibrio o problemas visuales
Comorbilidades que complican la recuperación (diabetes, hipertensión, etc.)
Todo esto hace que la recuperación sea más lenta y que el tratamiento necesite un enfoque integral, coordinado y progresivo.
Fracturas más comunes en personas mayores
Las más habituales son:
Fractura de cadera: Una de las más graves, que a menudo requiere cirugía y un largo proceso de rehabilitación.
Fractura de muñeca (radio distal): Frecuente en caídas hacia adelante.
Fractura vertebral: Puede aparecer incluso sin caída, por compresión de vértebras frágiles.
Fractura de húmero o fémur distal: Menos frecuentes, pero también incapacitantes.
¿Cómo ayuda la fisioterapia en la recuperación?
La fisioterapia es una pieza clave en el proceso de recuperación, ya que no solo busca recuperar el movimiento, sino también evitar complicaciones como atrofia muscular, pérdida de autonomía o miedo a volver a caminar.
Las fases más habituales son:
1. Fase inicial (postinmovilización o postquirúrgica)
Control del dolor e inflamación
Movilización suave y pasiva
Activación de la musculatura sin carga
Educación postural y prevención de caídas
2. Fase intermedia
Ejercicios de fortalecimiento progresivo
Recuperación del rango articular
Trabajo de equilibrio y coordinación
3. Fase funcional
Entrenamiento de la marcha (si es necesario)
Ejercicios funcionales (levantar objetos, vestirse, etc.)
Prevención de recaídas y adaptación del entorno
Recomendaciones para una recuperación segura
Mantener una buena hidratación y nutrición rica en calcio y vitamina D
Evitar el sedentarismo prolongado (dentro de lo posible)
Acompañar la rehabilitación con revisiones médicas
Realizar ejercicios recomendados por el fisioterapeuta
Adaptar el hogar: eliminar alfombras, instalar pasamanos, mejorar la iluminación…
Seguir estas recomendaciones y contar con el apoyo adecuado puede marcar la diferencia en el proceso de recuperación. En Fisioterapia Velázquez 22 estamos a tu disposición para acompañarte con un tratamiento adaptado y seguro. Encuéntranos en Calle Villanueva 27, 1º derecha (Madrid) y te ayudaremos a dar cada paso con confianza.