El esguince cervical, también conocido como latigazo cervical, es una de las lesiones más frecuentes tras un accidente de tráfico, especialmente en colisiones por alcance. El movimiento brusco de la cabeza hacia adelante y hacia atrás provoca una tensión excesiva en músculos y ligamentos del cuello, generando dolor y limitación de movimiento.
Aunque pueda parecer una lesión menor, no tratarla correctamente puede derivar en molestias crónicas. Por eso, una recuperación adecuada es clave para evitar complicaciones.
Índice
Síntomas más comunes del esguince cervical
Tras un accidente, es habitual que los síntomas no aparezcan de inmediato, sino horas después. Algunos de los más frecuentes son:
Dolor y rigidez en el cuello.
Dolores de cabeza que pueden extenderse hacia la frente o sienes.
Mareos o sensación de inestabilidad.
Dolor en hombros y espalda alta.
En casos más graves, hormigueos en brazos.
Ante cualquiera de estos síntomas, es importante acudir a un especialista para una valoración completa.
Claves para una buena recuperación
1. Diagnóstico temprano
Acudir rápidamente a un médico o fisioterapeuta permite descartar lesiones más graves y empezar el tratamiento adecuado desde el principio.
2. Movilización progresiva
En contra de lo que se pensaba hace años, mantener el cuello inmovilizado con un collarín durante mucho tiempo no es recomendable. Hoy sabemos que la movilización progresiva y guiada ayuda a una mejor recuperación.
3. Tratamiento fisioterapéutico
La fisioterapia es fundamental para:
Reducir el dolor y la inflamación.
Recuperar la movilidad normal del cuello.
Reforzar la musculatura cervical y escapular.
Evitar que el dolor se vuelva crónico.
4. Hábitos en el día a día
Dormir con una almohada adecuada, evitar posturas mantenidas frente a pantallas y realizar ejercicios de estiramiento recomendados por el fisioterapeuta son parte esencial del proceso.
En Fisioterapia Velázquez, en el barrio de Salamanca, acompañamos a muchos pacientes que han sufrido accidentes de tráfico. Nuestro objetivo es ayudarles a recuperar movilidad y confianza en su cuerpo, reduciendo el riesgo de que el dolor cervical se cronifique. Con un tratamiento personalizado, el proceso de recuperación se vuelve más rápido y seguro.